Siddartha o el encuentro con uno mismo
Muchas y muy profundas son las enseñanzas que puede dejar en cada
individuo la lectura de Siddartha de
Herman Hesse, siempre y cuando el lector se coloque en actitud de humildad ante
esta obra maestra de la cultura, porque leer Siddartha requiere reconocer cuan desnudos nos encontramos ante el
saber y la sabiduría –dos cosas distintas aunque en apariencia podrían ser lo
mismo— y que apenas logramos rozar con la experiencia en el espacio breve de
una vida.
En no más de 171 páginas hay cientos de reflexiones cuyo significado
nos conduce a especular sobre el sentido de la existencia; filosóficamente es
un un viaje al interior de uno mismo, porque aunque el personaje realmente
inicie un viaje, al principio acompañado de un fiel amigo, y posteriormente
solo, sus aventuras lo llevarán a un verdadero ritual iniciático cuyo fin será
alcanzar la perfección.
Esta es una lectura que aunque puede efectuarse en un par de horas, no
debe terminar abandonada en el rincón de una biblioteca personal una vez
concluida. Siddartha es un relato
para ser estudiado con el riguroso compromiso que se asume el aprendizaje de
una ciencia.
El personaje que da nombre a este libro renuncia a su vida de
comodidad y lujos, y al principio será un asceta que practica la abstinencia y
pobreza en todos los aspectos; pero más tarde se entregará al placer, al dinero
y al poder; estas experiencias opuestas, donde se relacionará con interesantes
personajes, le harán ser un humano.
La vida o una verdadera vida tiene sus cimas y sus simas, saberlas
reconocer, asumirlas y de ahí tomar una enseñanza, es el secreto para alcanzar
la sabiduría personal.
Redactado por la LLL. Mónica Pichardo Lewenstein
Hesse, Hermann,. Siddartha.6ª
ed. México, Época, 1971. 171 pp.
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